martes, 14 de abril de 2009

De la formación y participación infantil en Colombia.

Son muchas las inquietudes que resultan a la hora de pensar en la ciudadanía y su relación con la escuela, la sociedad y la clase de personas que el mundo actual reclama. Entre estas, están las preguntas por: las competencias ciudadanas y su pertinencia en la sociedad actual, el comportamiento del ciudadano en las diferentes esferas y escenarios, la relación con lo publico y lo privado, el ejercicio de la ciudadanía o ciudadanías y la visión de una ciudadanía global, entre otras, pero lo que en esta investigación nos motiva es: la configuración y ejercicio de la ciudadanía de los niños y niñas en el entorno escolar y cómo esta configuración y ejercicio pueden potenciarse con base en el programa Filosofía para Niños.

A partir de la constitución de 1991, con la ampliación de los horizontes y propósitos de la educación, se dio inicio a una serie de eventos que dotaron de un mayor sentido el discurso de la formación ciudadana y la relación entre esta y la consolidación de un estado democrático. Fue entonces cuando la comunidad educativa, académica y política del país, comenzó a indagar por los espacios, las estrategias y las prácticas, en torno a las relaciones entre educación, cultura y política.

Los aportes del Ministerio de Educación, en torno al tema, se reflejan en estrategias creadas para potenciar el uso de la educación como espacio propicio para consolidar un modelo social democrático en el país. En este sentido, fueron impulsadas iniciativas, más específicamente desde 1994 con la ley 115, que permitieran el debate, la participación y la construcción colectiva en el escenario escolar. Cecilia Herrera y su equipo, al hacer un recorrido por los escenarios que han influido en la configuración de la educación democrática y ciudadana en el país, manifiestan lo siguiente....

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martes, 24 de marzo de 2009

Nuevas formas de leer y escribir, nuevas competencias por alcanzar.


Antonio Quintana, magíster en tecnologías de la información aplicadas a la educación y coordinador de la especialización en Educación Tecnológica de la Universidad Distrital, a dedicado gran parte de sus estudios a la investigación y promoción de las nuevas tecnologías de la información como nuevas propuestas de formación y aplicación pedagógica. La temática abordada en el escrito al que voy a referirme “De la palabra artesanal al texto hipermedial”, del autor antes citado, nos introduce en una noción de escritura como manifestación tecnológica que ha encontrado a lo largo de la historia, diferentes espacios para redimensionarse y manifestarse.

De acuerdo con el autor y examinando las implicaciones del uso de los multimedia en la actualidad, es claro que existen nuevas formas de leer y de escribir, de argumentar y de ver la autoria y la creatividad, llegando incluso a configurar nuevos géneros o tipos literarios. Cabe preguntarse como es la configuración del pensamiento para estas nuevas formas, y mejor aún que competencias necesitan ser desarrollas en el espacio escolar para estar en capacidad de interpretar y crear a la luz de estas nuevas posibilidades.

Cuando una autor se enfrenta a la posibilidad de crear un texto escrito, tiene que tener en cuenta muchas cosas, la secuencia, la congruencia, las voces, entre otras pero sobre todo tiene que tener en cuenta que el escrito debe estar tan completo que no necesite de nada mas para poder ser. Hoy nos enfrentamos a posibilidades creativas que, al incluir varios medios y manifestaciones, deben ser en total una sola, es decir, deben tener congruencia global, como dice el autor, y al mismo tiempo por separado, cada uno de estos medios, debe poseer una coherencia local, donde cada uno tenga un sentido y un fin, aunque dependa en algunos momentos de los otros medios que lo complementan.

¿Cuál es la necesidad de estos medios y su complementación? Será acaso que cuando no existían estas nuevas formas de comunicación e interacción, no era posible comprender totalmente un texto o un mensaje?, que es lo que se nos escapa y que hoy tenemos gracias a estas nuevas formas de creación, o mejor a estas nuevas formas de unión de creaciones? Considero que antes de que la posibilidad de unión de medios fuera posible, el papel de hacer esta parte faltante (la imagen, el sonido, los olores) lo tenía la imaginación. Era así como al entrar en dialogo con un texto, le quedaba al lector la decisión de dar imagen a los personajes, música a los momentos, complementar la información y así ser parte creativa del proceso. Me sumo al autor Negroponte cuando al explicar las razones por las que decidió hacer un libro dice:

“La tercera es una razón más personal y ligeramente ascética. Los multimedia interactivos dejan muy poco margen a la imaginación. Como una película de Hollywood, los multimedia narrativos incluyen representaciones tan específicas que la mente cada vez dispone de menos ocasiones para pensar. En cambio, la palabra escrita suelta destellos de imágenes y evoca metáforas que adquieren significado a partir de la imaginación y de las propias experiencias del lector. Cuando se lee una novela, gran parte del color, del sonido y del movimiento provienen de uno mismo.”[1]

Dar respuestas a las preguntas por la nueva configuración del pensamiento a partir de las nuevas formas de leer y escribir, y por las competencias escolares a desarrollar en congruencia con las mismas, necesitará de investigaciones y teorías que hasta este momento se están configurando. El tiempo nos dirá cuales son las implicaciones cognitivas de estos adelantos tecnológicos y si llevarán a la raza humana a un nivel más en su desarrollo, o si por el contrario nos harán dependientes para sentir, para ver, para entender y para ser. Por ahora es claro que así como la información ya no se nos presenta de forma lineal, el pensamiento necesita herramientas acordes, como esquemas para organizar la información, para poder de cierta forma controlar lo que se quiere dar a conocer y lo que se quiere conocer. Le corresponde a la escuela la promoción de nuevas formas de realizar o plasmar inferencias, de construir significados y de unir conceptos, entre otros.
[1] Negroponte Nicholas. El mundo digital. Ediciones B. S.A. Barcelona 1995. Pág. 7 – 9.